Sin dudas hoy en dia es el régimen más conocido por toda la gente y no solo eso sino que es el más usado a la hora de emprender de forma independiente, pero la cuestión más importante que la mayoría de la gente que utiliza este régimen muchas veces no tiene el asesoramiento adecuado o nunca lo recibió siquiera y finalmente terminan teniendo más problemas que beneficios.
El primer punto para entender este régimen es que solamente lo pueden utilizar las personas físicas y además es un régimen de excepción, es decir es un régimen que lleva controles muy estrictos porque la norma general debiera ser estar en el otro régimen que es el régimen general. Por lo tanto el primer punto a tener en cuenta es que si no se lleva un control muy estricto del monotributo y del uso que cada uno le da eso puede llevar a problemas a futuro. No voy a enumerar todos los controles que efectúa AFIP sobre los monotributistas ya que no terminaría más esta nota pero si son muchos y muy amplios, por mencionar algunos de los más conocidos son los gastos de tarjetas de crédito y debido, expensas, compra de moneda extranjera, compra de autos y propiedades, etc. A esto sumémosle que afip ahora con la generalización de la factura electrónica no solo sabe las ventas de cada monotributista sino también sus compras y por las cuales puede hacerse una idea si es correcto o no el nivel de facturación que tiene. Con toda esta información, más otras que cuenta el fisco que le brindan los distintos organismos, se hacen una idea bastante aproximada del nivel de vida de cada contribuyente y por lo tanto si corresponde su inscripción en monotributo o no.
Hay que tener en cuenta que incluso desde el mismo organismo se fomenta este régimen, sin ponerse a hacer una planificación impositiva sobre si la persona le corresponde o no y además lo invitan a hacerlo solo sin asesoramiento profesional. No estoy diciendo que este régimen no deba ser así, de hecho no debiera tener asesoramiento profesional y debiera ser auto gestionable pero al menos se tendría que hacer un diagnóstico inicial por un contador para ver si realmente corresponde estar dentro del monotributo o no. Por poner un ejemplo mucha gente no sabe que si vende un producto que supere el precio unitario no puede ser monotributista ni aunque su facturación encuadre dentro del monotributo, o por ej. el caso de los servicios que tienen la restricción del 40% de las compras con respecto a su facturación, entre tantas otras causales. Entonces como un organismo que debiera, o bien eliminar todas estas restricciones, o bien fomentar la consulta profesional para la tranquilidad del contribuyente, ¿fomenta la autogestión de un régimen tan complejo?. No me queda ninguna duda que el fin es que el contribuyente termine excluido del monotributo con exclusiones al régimen general que, en la mayoría de los casos, termina siendo casi la quiebra o, en el mejor de los casos, muy gravosa.
Lo que consideramos desde nuestro estudio es que al menos haya una consulta inicial para entender la maraña normativa, que no solamente se termina con la inscripción, sino de la gran cantidad de normas regulatorias que obligan los distintos organismos para estar al dia. Empezar un negocio sin una consulta al menos de las obligaciones que tiene cada uno al iniciar es estar en un constante riesgo de no saber si se está cumpliendo con todo y si tal vez no se requiera un asesoramiento profesional.